domingo, 31 de enero de 2010

“La militarización de la política antinarcóticos en Colombia trajo la militarización de las mafias”: Gustavo Petro


Por Alan Miranda


Aunque el presidente Uribe tiene 57 por ciento de las preferencias electorales, el ex guerrillero, senador y candidato del Polo Democrático Alternativo tiene el 12 por ciento y puede forzar una segunda vuelta.


El próximo 12 de marzo es el último día para que Álvaro Uribe registre su candidatura a la presidencia de Colombia por tercera ocasión, pero no podrá hacerlo a menos que la Corte Constitucional autorice realizar un referendo para modificar la Constitución. Mientras tanto, el candidato del izquierdista Polo Democrático Alternativo, uno de sus más férreos críticos, se mantiene en el segundo lugar con altas probabilidades de acudir a una segunda vuelta. Porque antes de que la Suprema Corte de Justicia de Colombia investigara y encarcelara a más de 60 congresistas pertenecientes a la coalición de partidos que respaldó a Álvaro Uribe en las dos elecciones en que ha resultado vencedor —2002 y 2006—, las acusaciones por tener nexos con grupos paramilitares las hacía un solo hombre: Gustavo Francisco Petro Urrego, ex miembro del grupo guerrillero M-19, quien junto con varios de sus compañeros dejó las armas en 1989 y formó parte de la asamblea constituyente que diseñó la actual Constitución de ese país entre 1990 y 1991.

En 2006, al inicio de su primer mandato como senador, Petro Urrego acusó al entonces embajador ante Chile, Salvador Arana —afín a Uribe— de haber ordenado el asesinato del alcalde de una pequeña comunidad del departamento de Sucre. Semanas antes éste había informado personalmente al presidente los detalles sobre el peligro de muerte que corría, sin que se le prestara mayor atención. También fue Urrego quien reveló que el jefe del Ejecutivo recibió dinero de Enilce López, conocida dirigente paramilitar, para financiar parte de su campaña presidencial de 2002.

Al inicio, Uribe y sus allegados negaron rotundamente las imputaciones, pero el tiempo acabaría por darle la razón a Petro en ambos casos. Hoy, ese mismo hombre aparece en la encuesta electoral más reciente —publicada a mediados de diciembre por IPSOS-Napoleón Franco— como el segundo candidato más fuerte después de Uribe. A diferencia del resto de los aspirantes, Petro ha propuesto un cambio radical a la política antinarcóticos y a la relación de ese país con el resto de América Latina, iniciando por el desconocimiento del acuerdo mediante el cual Estados Unidos acrecentaría su presencia militar en territorio colombiano.


Continúa en: http://semanal.milenio.com/node/1846

sábado, 12 de septiembre de 2009

Se los arrebataron a la muerte


(Esta nota hermosamente escrita - de la autoría de mi querida ex compañera de trabajo, Carmen Álvarez - fue publicada en Excélsior el 26 de junio de 2008, aniversario número 100 del natalicio de Salvador Allende Gossens)

El 12 de septiembre de 1973, un avión D C9 de Aeroméxico comenzó su periplo con destino a Santiago de Chile, ciudad ensangrentada por la muerte del presidente Salvador Allende y por la cacería de brujas que siguió a la caída del gobierno socialista de la Unidad Popular.

Personal de los tres aviones mexicanos que rompieron las normas de la aviación civil para ir al rescate del primer grupo de perseguidos políticos que hallaron asilo en México, relatan que el paisaje de la capital chilena lucía numerosos cuerpos inertes que se balanceaban en los postes de la iluminación pública.

Excélsior platicó con dos integrantes de la tripulación de la primera aeronave que penetró el espacio aéreo chileno tras el golpe de estado del 11 de septiembre, para aterrizar sin más permiso que las instrucciones del Gobierno Mexicano de rescatar a la familia Allende encabezada por su esposa Hortensia Bussi, quien acababa de enterrar sin responsos, sin cortejo ni carroza, los restos de quien había sido el primer presidente socialista del mundo que llegó al poder de manera pacífica.

La propia ex primera dama acababa de sufrir un atentado en su residencia de Tomás Moro que había sido bombardeada por la Fuerza Aérea que luego atacaría el Palacio de La Moneda, la sede de gobierno donde Allende vivió sus últimos momentos, sin poder sospechar que el principal traidor a su causa había sido el general Augusto Pinochet, a quien le acababa de confiar su intención de convocar a un plebiscito para que fuera la ciudadanía, y no las armas, quien decidiera si debía permanecer en el poder.

Continúa en: (http://www.exonline.com.mx/diario/noticia/global/latinoamerica/se_los_arrebataron_a_la_muerte/265235)

sábado, 4 de julio de 2009

El mito del voto blanco

Por Shimy (publicado originalmente en Globedia)

Reza el llamado a anular el voto que ello deribará en una muestra de protesta ante la ineficacia de nuestro sistema de partidos y el rechazo hacia los plurinominales. La realidad es que el voto blanco es un voto que cuenta pero a favor de la representación proporcional

¿A Quién castigamos anulando nuestro voto? Al igual que las elcciones presidenciales, las elecciones intermedias ocurren cada seis años, desde 1997 se ha visto en aumento el porcentaje del voto nulo registrando en ese año 2.8% y en el 2003 el 3.4%. ¿Qué porcentaje de votos nulos se esperan para 2009? Segun el reporte de junio de la Consulta Mitofsky, el PRI obtendrá el 34 por ciento de las preferencias; el PAN el 31 por ciento; el PRD el 15 por ciento y todos los demás partidos juntos llegan al 13 por ciento. destaca también que el PVEM llega al 6 por ciento y que 4 de los 5 partidos menores superarían la barrera del 2 por ciento, dejando fuera únicamente al PSD. Lo anterior, basándose en el grupo de ciudadanos con mayor propensión a asistir a las urnas. Igualmente en su reporte de junio la casa encuestadora IPSOS-BIMSA señala que el incremento de la anulación del voto pasó de un 3 por ciento a un 11 por ciento (periodo comprendido de enero a los últimos días de mayo) lo que implica un crecimiento de 8 puntos porcentuales, de continuar ese ritmo para principios de julio la anulación podría alcanzar el 15 por ciento.

El llamado al voto blanco es un movimiento de "protesta", que reprueba la representación proporcional e invita al electorado a unirse en contra del "mal gobierno" dejando la boleta en blanco el próximo 5 de julio. Presuntamente al anular el voto dejamos un mensaje de "inconformidad" y "sacudimos" a la clase política. Al parecer las intenciones son loables pero, ¿quién está detrás del voto blanco? Gabriel Hinojosa Rivero -primo del presidente Felipe Calderón, que se había desempeñado como encargado de los "amigos de Fox" en Puebla. Quien fuera consejero estatal del PAN y candidato a diputado federal por el distrito VII (Tepeaca, Puebla)- es el principal impulsor de la campaña: Tache a Todos (la campaña del voto en blanco). Dulce Maria Sauri -ex dirigente nacional del PRI- también ha manifestado su adhesión al voto blanco. Dos políticos experimentados a favor de un movimiento que presuntamente está en contra de los "poderes fácticos", ¿raro? No tanto.

Veamos, el COFIPE señala en su atículo 12 que:

1. Para los efectos de la aplicación de la fracción II del artículo 54 de la Constitución, se entiende por votación total emitida la suma de todos los votos depositados en las urnas.

2. En aplicación de la fracción III del artículo 54 de la constitución, para la asignación de diputados de representación proporcional, se entenderá como votación nacional emitida la que resulte de deducir de la votación total emitida, los votos a favor de los partidos políticos que no hayan obtenido el dos por ciento y los votos nulos.

Lo que significa que nuestro "voto de protesta" se convierte en un voto que cuenta a favor de la representación proporcional, un voto a favor del corporativismo. El voto blanco, visto como la única esperanza que hará temblar los intereses de las principales fuerzas políticas de nuestro país, no es más que una burla a las buenas intenciones de los ciudadanos concientes. Si de verdad buscamos un cambio radical hay que hacer valer lo que pensamos, reflexionar y emitir un voto razonado. El PRI, PAN y el PRD nos han puesto las reglas del juego.

El IFE registra poco más de 76 millones de personas en condiciones de votar, de las cuales se estima que cerca de 47 millones se abstengan. Y aún cuando de las casi 30 millones de personas que votarían este 5 de julio el 15%, o más, anulen su voto la elección no se derogara. Si queremos que las cosas sigan igual lo mejor es no votar, o hacerlo por los partidos de siempre, o emitir un "voto blanco". Si buscamos cambiar algo lo mejor es razonar nuestra participación.