sábado, 12 de septiembre de 2009

Se los arrebataron a la muerte


(Esta nota hermosamente escrita - de la autoría de mi querida ex compañera de trabajo, Carmen Álvarez - fue publicada en Excélsior el 26 de junio de 2008, aniversario número 100 del natalicio de Salvador Allende Gossens)

El 12 de septiembre de 1973, un avión D C9 de Aeroméxico comenzó su periplo con destino a Santiago de Chile, ciudad ensangrentada por la muerte del presidente Salvador Allende y por la cacería de brujas que siguió a la caída del gobierno socialista de la Unidad Popular.

Personal de los tres aviones mexicanos que rompieron las normas de la aviación civil para ir al rescate del primer grupo de perseguidos políticos que hallaron asilo en México, relatan que el paisaje de la capital chilena lucía numerosos cuerpos inertes que se balanceaban en los postes de la iluminación pública.

Excélsior platicó con dos integrantes de la tripulación de la primera aeronave que penetró el espacio aéreo chileno tras el golpe de estado del 11 de septiembre, para aterrizar sin más permiso que las instrucciones del Gobierno Mexicano de rescatar a la familia Allende encabezada por su esposa Hortensia Bussi, quien acababa de enterrar sin responsos, sin cortejo ni carroza, los restos de quien había sido el primer presidente socialista del mundo que llegó al poder de manera pacífica.

La propia ex primera dama acababa de sufrir un atentado en su residencia de Tomás Moro que había sido bombardeada por la Fuerza Aérea que luego atacaría el Palacio de La Moneda, la sede de gobierno donde Allende vivió sus últimos momentos, sin poder sospechar que el principal traidor a su causa había sido el general Augusto Pinochet, a quien le acababa de confiar su intención de convocar a un plebiscito para que fuera la ciudadanía, y no las armas, quien decidiera si debía permanecer en el poder.

Continúa en: (http://www.exonline.com.mx/diario/noticia/global/latinoamerica/se_los_arrebataron_a_la_muerte/265235)

1 comentario:

  1. Alan: Es un placer ponerme al día en la lectura de los textos de tu blog. Gracias por recordarme el discurso de aquel gran hombre que decidió morir por su pueblo!! Fue un aliciente para no decaer ante estos momentos tan turbios que envuelven a nuestra patria. ¿Cuándo saldrá México de la noche? No lo sé compañero, sólo espero que algún día el sol vuelva a iluminar el cielo de nuestra nación. Saludos!! Atte. Tu amigo ROCA

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